miércoles, 4 de junio de 2014

Chrysis sp.


Las pequeñas avispas de del género Chrysis se caracterizan por sus llamativos y brillantes colores, combinando con gran belleza tonos verdes, amarillos, anaranjados, rojos, azules o morados. Por esta razón se las conoce con el nombre de avispas doradas (del griego chrysos= dorado).

Su biología reproductora es también muy peculiar, ya que se han especializado en parasitar a otros himenópteros. Las hembras poseen un lago oviscapto para colocar sus huevos en el interior del nido de otras avispas y sus larvas se alimentan tanto de las larvas de sus huéspedes como de sus reservas de alimento. Por esta razón, el cuerpo de estas avispas tiene un aspecto acorazado, ya que está protegido una gruesa cutícula que les sirve de defensa para evitar los ataques de las avispas a las que parasitan. Otra estrategia defensiva que utilizan con frecuencia es cerrarse como una bola y poner a salvo sus zonas más débiles. En la parte central de su abdomen disponen de una curiosa depresión que les permite encajar el tórax y las patas a la perfección, formando una estructura blindada.

Nikon D7100 + Sigma 180 mm f3,5 (ISO 500; 1/320s; f9; -0,67 eV). Chrysis sp. sobre una flor de retama (Retama sphaerocarpa). Tuve suerte y el cielo se nubló durante unos instantes, ayudando a matizar sus colores y a evitar los brillos.